Recensiones de la revista Hispania Nova

 

               

HISPANIA NOVA

Revista de Historia Contemporánea

Fundada por Ángel Martínez de Velasco Farinós

ISSN: 1138-7319    DEPÓSITO LEGAL: M-9472-1998

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(2007)

          Esta sección, coordinada por Mariano ESTEBAN, está dedicada a reseñar brevemente en cada uno de sus números anuales algunas de las novedades bibliográficas más relevantes aparecidas durante el año en curso y el anterior. Aunque la selección de las obras corre a cargo del Consejo de Redacción de la revista, la sección se encuentra abierta a las sugerencias y aportaciones de los lectores.

 María José VILAR, Territorio y ordenación administrativa en la España contemporánea. Los orígenes de la actual región uniprovincial de Murcia, Murcia, Asamblea Regional de Murcia, Real Academia Alfonso X el Sabio, 2006, por Mariano Esteban de Vega (Universidad de Salamanca)

            La reciente reestructuración territorial del Estado español, con la vertiginosa transformación de su planta centralizada en el “Estado de las Autonomías”, así como la permanente discusión sobre éste, constituyen seguramente las principales razones del auge que han conocido en los últimos años los estudios históricos sobre nuestra organización territorial. En particular, las investigaciones de Antonio María Calero y, más recientemente, de los geógrafos Jesús Burgueño y Jacobo García Álvarez han propiciado una auténtica revisión de los tópicos y prejuicios sobre la decisiva “división provincial” decretada por Javier de Burgos en 1833. Directamente enlazada con el precedente ilustrado de Cayetano Soler y con los proyectos de división territorial planteados en Cádiz y durante el reinado de Fernando VII, no fue ningún artificio geométrico, importado e insensible a las realidades históricas y geográficas del país, como se le ha reprochado en ocasiones. El mapa provincial de 1833 no sólo no se atrevió a acabar del todo con la trama político-administrativa del pasado, sino que en buena parte lo respetó y utilizó como criterio fundamental en el diseño de la nueva división. Haciéndose eco de la presencia en la época de una memoria histórica de los antiguos reinos, recuperada, transmitida y en ciertos casos retocada por los geógrafos españoles y europeos de la Edad Moderna, introdujo una nomenclatura regional que, pese a su escasa o nula significación administrativa, se mantuvo viva durante casi siglo y medio con la imprecisa denominación de “regiones históricas”, hasta acabar fundamentando la organización de la mayoría de las actuales Comunidades Autónomas.

En la estela de estos excelentes trabajos, y reuniendo también la doble perspectiva disciplinar de la geografía y de la historia, se sitúa el libro que comentamos, dedicado precisamente a uno de los casos más complejos de la división provincial española, el de la configuración de la provincia de Murcia. Enmarcando la investigación en el doble contexto histórico de la crisis del Antiguo Régimen y de la construcción del nuevo orden administrativo del Estado liberal, el libro de María José Vilar realiza una reconstrucción muy detallada de los avatares que conducen desde el medieval Reino de Murcia hasta la nueva provincia, un espacio que finalmente tuvo poco que ver con aquél, mermado en más de una tercera parte de su extensión en beneficio de las provincias limítrofes. Para ello, la autora se sirve de un verdadero arsenal de fuentes, procedentes de archivos estatales, provinciales, locales e incluso extranjeros, así como de un magnífico conocimiento de la bibliografía existente.

La valoración que se realiza de la división provincial de 1833 resulta hoy difícilmente objetable: entre sus méritos es preciso destacar que “logró un difícil equilibrio entre los criterios históricos básicos y la atención a otros naturales de tipo geográfico, económico o cultural, y a los puramente funcionales y administrativos”.  En este sentido, el libro pone de manifiesto con toda claridad las profundas líneas de continuidad existentes entre los proyectos de organización territorial concebidos por los ilustrados, los que diseñaron los liberales en Cádiz y en el Trienio e incluso los que se desarrollaron durante el absolutismo fernandino: una de las aportaciones fundamentales del libro es, precisamente, la importancia que concede a la división territorial nonata de 1829-1831, precedente inmediato y más determinante de la que Javier de Burgos puso en práctica en 1833.

En definitiva, nos encontramos ante una excelente monografía, que podría servir de modelo para trabajos sobre los orígenes de otras de nuestras provincias, pero que además aporta nuevas luces al proceso general de configuración de la división provincial española, que empezamos ya a conocer en sus características fundamentales.