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HISPANIA NOVA

Revista de Historia Contemporánea

Fundada por Ángel Martínez de Velasco Farinós

ISSN: 1138-7319    DEPÓSITO LEGAL: M-9472-1998

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RECENSIONES
(2008)

          Esta sección, coordinada por Mariano ESTEBAN, está dedicada a reseñar brevemente en cada uno de sus números anuales algunas de las novedades bibliográficas más relevantes aparecidas durante el año en curso y el anterior. Aunque la selección de las obras corre a cargo del Consejo de Redacción de la revista, la sección se encuentra abierta a las sugerencias y aportaciones de los lectores.

 

 ESPASANDÍN LÓPEZ, J. / IGLESIAS TURRIÓN, P. (Coords.): Bolivia en movimiento. Acción colectiva y poder político, Barcelona, El Viejo Topo, 2007, 382 pp., por Ana Domínguez Rama (Universidad Complutense de Madrid).

Cuando se cumplen cuarenta años del asesinato en Bolivia de Ernesto “Che” Guevara, combatiente internacionalista (y no “Caudillo” como alguna delirante editorial pretende*), algunas de las miradas científicas que se han detenido desde hace un tiempo en este país, uno de los más empobrecidos del continente americano, aseguran estar contemplando un proceso nacional de rebeldía político-social que ha puesto freno en Bolivia a la aplicación de las políticas neoliberales en las que viene naufragando el mundo desde los años ochenta del pasado siglo. Sin obedecer ya al esquema revolucionario “guevarista”, el cambio es presentado ahora como una revolución democrática impulsada desde abajo, y definida -según sus propios actores protagonistas- como una “Revolución Democrática y Cultural”.

Pero, ¿qué ha pasado exactamente en Bolivia durante los últimos años?

Al margen de la emisión de noticias y de imágenes inconexas en los media, a la que estamos asistiendo desde 2003, todavía nadie había realizado en España una recopilación monográfica de trabajos documentados sobre esta innovadora realidad boliviana, emergente a la par que el nuevo milenio. Se hacía necesaria, por tanto, una deliberación pausada sobre este cambio político trascendental, situándolo en su perspectiva nacional histórica e insertando asimismo el nuevo “desafío” en su contexto geopolítico como parte integrante de ese poder contrahegemónico que viene gestándose en Latinoamérica.

Con esta intencionalidad explicativa como punto de partida, y aplicando una perspectiva multidisciplinar de las Ciencias Sociales, Jesús Espasandín y Pablo Iglesias han coordinado Bolivia en movimiento. Acción colectiva y poder político, una reunión de ensayos de diferentes analistas especializados en Bolivia, alguno de los cuales es incluso protagonista de su historia reciente y presente, como Álvaro García Linera, antiguo miembro de la dirección ideológica del Ejército Guerrillero Túpac Katari  (EGTK) y actual Vicepresidente de Gobierno.

A modo de resultado, el lector -en palabras de Fernández Buey, autor del prólogo de la obra- habrá podido hacerse una idea precisa de la historia y de los objetivos de los movimientos indígenas bolivianos, de su ubicación en el proceso de globalización en marcha, del papel que allí han jugado las mujeres, los cocaleros y los distintos sindicatos, de lo que fue el “ciclo rebelde” de los años 2000-2005, así como de la relación que ha habido entre las denominadas “guerra del gas” y “guerra del agua” y la resistencia indígena a lo largo del proceso histórico de la colonización (p. 14); en consonancia con el objetivo de los coordinadores de presentar la trayectoria histórica de los movimientos sociales en Bolivia y de su intensa lucha reciente, la cual ha desembocado en un renacimiento “visible” de la protesta india de resistencia al neoliberalismo, dado que dicha presión social condujo hasta el poder político a Evo Morales (un Presidente indígena, por primera vez en la historia democrática de un país donde el 62% de la población se identifica con uno de los grupos étnicos originarios), y cuyo significado potencial puede leerse en base a sus posibilidades de alianza antisistémica a nivel global y no sólo en América Latina. Porque como señalan los coordinadores en la Introducción: Lo verdaderamente relevante para la investigación no es tanto la victoria electoral del dirigente social aymara, sino el proceso de resistencia a la forma neoliberal de Globalización. Tal proceso es la condición necesaria -aún cuando no suficiente- de esa victoria electoral y el objeto de estudio verdaderamente valioso. Y diremos que ese proceso no tiene una lectura “nacional/particular” sino que se articula como nodo de una membrana de resistencias más amplia (en la región y a nivel global) (p. 32).

El libro se estructura en torno a nueve capítulos -entre los que se incluye una entrevista, inédita en castellano hasta la fecha, a García Linera- y se acompaña de un DVD interactivo que contiene cinco documentales y cuatro artículos en formato pdf. Su contenido puede sintetizarse desde tres enfoques temporales de estudio que comprenden la superposición de aquello que la socióloga Silvia Rivera denominó “memoria histórica larga” (catalizadora de las identidades indígenas, relacionada con la vigencia del colonialismo “interno” boliviano) y “memoria histórica corta” (en referencia a las identidades nacionales y de clase, conformadas desde la revolución de 1952), como fuentes respectivas de la historia y de la historia del presente de Bolivia, y que son aquí tratadas desde la doble perspectiva articulada de “etnia” y de “clase”:

-    Una contextualización histórica de los procesos bolivianos de movilización política y social durante el siglo XX, con “incursiones” en el pasado que muestran la continuidad y auge de una resistencia indígena desde la conformación de la República en 1825.

-    Un análisis de las luchas anti-neoliberales acaecidas en los últimos años, promotoras e impulsoras del cambio actual que vive Bolivia.

-    Un examen social de “los de abajo”, de sus aspiraciones políticas y de sus potencialidades de cara a la necesaria construcción de un espacio de gestión y convivencia alternativo al modelo neoliberal.

A partir de la observación de las pervivencias neocoloniales en la legalidad republicana, reminiscencias de bases coloniales (de explotación económica, exclusión política y exterminio cultural de lo indígena), se entienden las luchas de oposición de aymaras y quechuas a lo largo del siglo XX, demostrando que el denominado “problema indígena” no es sino el “problema nacional”, máxime si tenemos en cuenta la proporción de población boliviana que reivindica su status étnico. Si añadimos a esto que ese porcentaje social coincide prácticamente con el de mayor pobreza en el país se comprende que, tras los devastadores efectos económico-sociales provocados por las reformas neoliberales desde 1985, surgiese a la luz “pública” el estallido de la nueva visibilidad política de la etnicidad (p. 54), protagonista del “ciclo rebelde” de 2000-2005 en el que confluyeron diferentes formas de acción colectiva con objetivos comunes, y en el que se empleó una doble estrategia de combate: la lucha extraparlamentaria y parlamentaria. A pesar, sin embargo, de la mayoría absoluta de Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones generales de diciembre de 2005, no debe verse esta victoria como el cierre del “ciclo rebelde”, al continuar en vigencia algunas de las más importantes demandas expuestas por los movimientos sociales durante aquellos años: objetivos corporativos y sectoriales; objetivos de interés general como la convocatoria a una Asamblea Constituyente o la nacionalización de los hidrocarburos; y el objetivo estratégico de la lucha contra el neoliberalismo, por los derechos humanos y en defensa de los recursos naturales.

Y, evidentemente, no es fácil materializar muchos de ellos. Por un lado, porque el proceso se ve continuamente boicoteado por la resistencia de los poderes económicos, financieros y mediáticos nacionales (oligarquía y partidos tradicionales) e internacionales (empresas transnacionales y toda suerte de organismos neoliberales). Como era de esperar, tratan de impedir la formalización político-jurídica de aquellas demandas, a través incluso de medios de clara condición clasista y/o racista (recuérdese la relación “clase-etnia”), como demuestra -por ejemplo- el título de uno de los últimos documentos que circulan por el país: “Plan para tumbar al indio de mierda”. La intransigencia es conocida si hablamos de la aprobación del Decreto sobre la Nacionalización de los Hidrocarburos (un acto de recuperación de soberanía nacional, de carácter moderado además al tratarse de una “nacionalización sin expropiación”), de las discusiones sobre el nuevo texto constitucional, o de las reivindicaciones autonomistas de los departamentos orientales del país. Por otra parte, y más importante que lo anterior, no hay que perder de vista que la clave para la buena evolución política boliviana debe residir, indiscutiblemente, en la necesidad de convergencia de las exigencias sociales y de la actuación del gobierno de Evo Morales. El “mandar obedeciendo”. Finalmente, quedan abiertas las posibilidades de tejer una alianza estratégica transzonal entre movimientos sociales del centro [Europa] y los proyectos liberadores y movimientos sociales en América Latina, donde Bolivia podría jugar el papel de interfaz (p. 267), una propuesta sugestiva que plantea Bolivia en movimiento.

Una obra que, en definitiva, abre nuevos cauces para la reflexión y comprensión teóricas no sólo acerca de la Bolivia del siglo XXI, de sus variables de interpretación social y de su capacidad política transformadora, sino también en torno a sus posibilidades de alianza y de proyección práctica emancipadora más allá de la realidad americana. 

http://www.boliviaenmovimiento.net/

 

* Me refiero a la aparecida en el diario “El País” el 10/X/2007, debidamente contestada por Francisco Fernández Buey. Véase una muestra del viraje ideológico de este periódico, durante el último decenio, a partir de la comparación de dos de sus editoriales (ambas sobre la desaparición del “Che”) realizada por la revista Viento Sur: http://www.vientosur.info/articulosweb/textos/home.php?x=1942

La opinión de Fernández Buey, clara y concisa, en: http://www.elpais.com/articulo/opinion/Guevara/elpepuopi/20071011elpepiopi_13/Tes

 

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