HISPANIA NOVA

Revista de Historia Contemporánea

Fundada por Ángel Martínez de Velasco Farinós

ISSN: 1138-7319    DEPÓSITO LEGAL: M-9472-1998

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NÚMERO 5 (2005)


AUTOR:    Antoni LARDÍN I OLIVER

TÍTULO:   LA ORGANIZACIÓN CLANDESTINA DEL PSUC EN CATALUÑA EN LOS AÑOS CINCUENTA

 

RESUMEN:

A partir de las declaraciones practicadas en los juicios sumarísimos por las detenciones de militantes clandestinos del PSUC en los años 1957 y 1958 y de documentos internos del partido, en el artículo se expone la trayectoria vital del PSUC en Cataluña desde la caída de la dirección de López Raimundo hasta la desarticulación en la primavera de 1958 de la organización dirigida por Miguel Núñez, con una descripción de la estructura y relaciones orgánicas que tenía establecidas y la localización de las células de empresa en la ciudad de Barcelona.

La estructura y las relaciones orgánicas establecidas en la década de los cincuenta fueron totalmente diferentes de las de la década anterior, abandonando la actuación conspirativa y ultraclandestina e incorporando a puestos de dirección y medios a los propios obreros de las empresas que se destacaban en la lucha laboral a los cuales, además, identificamos con nombres y apellidos y trazamos pequeñas biografías.

Los años cincuenta fueron fundamentales para el PSUC porque gracias a esta nueva orientación en las relaciones orgánicas, sin duda, ganó en contacto con las clases obreras y empezó a forjar su prestigio entre la sociedad catalana, aunque también significó una cierta pérdida de homogeneidad y pureza marxista-leninista.

PALABRAS CLAVE:

PSUC, Núñez, ENASA, organización, célula .


ABSTRACT

From the declarations practiced in the “sumarísimos” judgments for the arrests of clandestine militants of the PSUC in the years 1957 and 1958 and of internal documents of the party, in the article the vital trajectory of the PSUC in Catalonia is exposed from the fall of the direction of López Raimundo up to the disarticulation in the spring of 1958 of the organization directed by Miguel Núñez, with a description of the structure and organic relationships that had established and the location of the corporate cells in the city of Barcelona.

The structure and the organic relationships established in the decade of the fifties were totally different of the of the previous decade, abandoning the attitude ultraclandestine and of conspiracy and incorporating posts of direction and means to the workers themselves of the enterprises that were sent in the work fight that, besides, we identify with names and surnames and we draw small biographies.

The fifties were basic for the PSUC because thanks to this new orientation in the organic relationships, undoubtedly, it gained in contact with the working classes and started to forge their prestige among the Catalan society, also although it meant a certain loss of homogeneity and Marxist-Leninist pureness.

KEY WORDS:

PSUC, Núñez, ENASA, organisation, cellule.

 


La organización clandestina del PSUC en Cataluña en los años cincuenta

 

 

 


Antoni Lardín i Oliver

 

 

Doctor en Historia Contemporánea

Universitat Autònoma de Barcelona


1.       Introducción

            En el mes de abril del año 1947 la organización clandestina del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) en Cataluña sufrió uno de los golpes más duros con la desarticulación de las agrupaciones guerrilleras que operaban en la ciudad en lo que se conoce como la “caída de los 80”. Por las relaciones que los grupos guerrilleros mantenían con la organización política a través de los comités de sector se produjo la detención de la totalidad de la dirección clandestina, el aparato de Propaganda y el responsable de la Maquinista Terrestre y Marítima en el Primer Sector de la ciudad, el comité del Segundo Sector con su aparato de propaganda y el responsable de la célula de la empresa Nuevo Vulcano[1]. Para dirigir la reconstrucción de la organización en el interior, la dirección del PSUC en el exilio designó a Gregori López Raimundo, un militante de las JSUC que había formado parte de su comité nacional durante la guerra. Huido a Francia al final de la guerra civil, trabajó en la dirección de las JSU con Santiago Carrillo en París, hasta octubre de 1939 que marchó a México. En este país residió hasta 1945 año en que salió hacia España pero no pudo entrar clandestinamente y tuvo que dirigirse a Francia hasta que en el otoño de 1947 pasó a Cataluña. En un primer momento, López Raimundo debía hacerse cargo de la dirección en el interior provisionalmente hasta que llegara el sustituto de quien había sido hasta entonces el Secretario General en el interior Josep Serradell que marchó a Francia en diciembre de 1947. Pero este sustituto no llegó y López Raimundo acabó siendo designado Secretario General en el interior.

            Bajo la dirección de López Raimundo, la organización del PSUC en Cataluña conoció la mayor estabilidad desde que había iniciado su presencia clandestina en Cataluña, puesto que durante cuatro años sólo sufrió una caída importante a principios de 1948 y no afectó a la dirección, a diferencia de lo que había sucedido desde 1939 que prácticamente cada año se había producido una desarticulación de la organización, incluidos los miembros de la Delegación del CC del PSUC en el interior. Fue también el periodo en que el PSUC inició la aplicación del ‘cambio táctico’, fomentado la participación de sus militantes de las empresas en las elecciones sindicales, del boicot a los tranvías y de la huelga general del mes de marzo de 1951, después de la cual la policía franquista intensificó sus investigaciones para poder detener a los dirigentes del PSUC al cual el régimen acusaba de ser los instigadores de la huelga. El día 9 de Junio de 1951 la policía consiguió desarticular la dirección del (PSUC) en el interior, con la detención de su máximo dirigente Gregori López Raimundo, algunos de sus más directos colaboradores como el responsable de la edición de TREBALL –Josep Raventós y el impresor –Antonio Ara-; el responsable del segundo sector de la ciudad o militantes de base de la empresa MACOSA (Can Girona), en total treinta y cuatro personas.

            Desde este momento, se abre claramente una nueva etapa en la historia del PSUC clandestino durante la que se implantó un nuevo modelo en la estructura del partido en el interior y en las relaciones orgánicas que fue el germen para que en las dos décadas siguientes el PSUC se convirtiera en el gran partido del antifranquismo catalán.

2.        La organización clandestina (1952-1958)

2.1.        La reorganización inmediata después de la caída de 1951

            A pesar de que la estructura clandestina fue nuevamente descabezada, no parece que esta vez las detenciones de los cuadros dirigentes tuviesen graves repercusiones ya que la organización de comarcas y su responsable Víctor Figuerola ‘Napoleó’, se libraron de las detenciones. También se salvó de las detenciones la célula del Puerto que existía desde el año 1944 y que estaba formada por Vicente Muñoz Gerona, Miguel Lorenzo Jerez, Juan Escandell Felico, Juan Alonso Fernández, Faustino Gómez Rebollo y Miguel Espinosa Ardanuy, teniendo como enlace de la célula con la dirección a Valentín Barrueco Barrueco, militante del PCE desde el año 1935 que durante la guerra se afilió a la UGT i al PSUC. Exiliado en Francia, volvió el año 1942 y desde entonces trabajaba de corredor de papel[2]. Otros, como Ángel Rozas –enlace sindical de su empresa desde 1950- habían organizado por su cuenta grupos del partido en diferentes empresas de la ciudad por lo que tampoco les afectó la caída[3]. Además, parece que en Barcelona el PSUC tardó poco en recuperarse, si hacemos caso de un informe general de militancia del Primer Sector redactado por su responsable, que ofrecía datos de militantes a 30 de junio de 1951, es decir veintiún días después de la detención de López Raimundo.

            Según este informe, el PSUC tenía en este sector el grupo directivo, tres grupos de calle y veinticinco grupos –dieciocho organizados y siete en periodo de organización-, de los cuales veintiuno eran grupos de fábrica (once en empresas del textil, seis en empresas del metal, uno en una empresa del sector de la madera, otro en una empresa de sector de la electricidad y otro en una empresa dedicada a la óptica), en total ciento diez militantes más otros ciento cincuenta simpatizantes. Además, en el informe su autor indica que desde el 30 de mayo se había producido un incremento de ciento veinte militantes. Tenían también dos estafetas para repartir la propaganda y dos casas como puntos de apoyo para reuniones y se distribuían alrededor de seiscientos ejemplares de TREBALL. La mayoría de los simpatizantes proveían de la CNT, aunque también había antiguos militantes de la UGT que con la disolución del año 1948 habían quedado desconectados y militantes del partido que habían perdido relación por las detenciones del mes de abril de 1947[4].

            No deja de ser sorprendente la gran cantidad de militantes que el informe contabiliza, muy pocos menos que los que había en toda la ciudad un año antes y diez veces más que los once que el mismo Primer Sector declaraba tener el junio del año 1950. EL responsable del sector justificaba este incremento por el éxito que había tenido la campaña de captación que había puesto en marcha inmediatamente después de la huelga general del mes de marzo y de las huelgas por el Primero de Mayo. Posiblemente, la huelga general de Barcelona despertase entre los obreros la voluntad de apoyar a las organizaciones clandestinas antifranquistas. La falta de informes para los otros sectores de la ciudad nos lo impide confirmar, pero si este progreso en militantes del Primer Sector fuese extensivo a los otros sectores de la ciudad, estaríamos hablando de que quizá en el verano del año 1951, el PSUC podría tener alrededor de quinientos o seiscientos militantes organizados en la ciudad de Barcelona[5]

2.2.        Una nueva orientación:

            El designado para sustituir a Gregorio López Raimundo fue Miguel Núñez González, un militante comunista madrileño que tenía una larga relación con Cataluña y el PSUC ya que en septiembre de 1944 –huido de Madrid- se incorporó a la Comisión Guerrillera de Cataluña como responsable político de los grupos guerrilleros. Detenido en abril de 1945 y puesto en libertad a finales del mismo año, sirvió al partido en diversos lugares de España hasta que Gregorio López Raimundo lo volvió a recuperar para el PSUC hacia 1948 para copiar los discursos y mensajes que emitía Radio España Independiente. Desde 1949 estaba en Francia y entró de nuevo en Cataluña a finales de 1951 o principios de 1952[6]

            Esta reorganización se hizo en base a una nueva orientación: aprovechando las cada vez mayores facilidades que existían para cruzar la frontera francesa debido a la progresiva integración de la dictadura franquista en el orden internacional, la dirección en el exilio decidió que Núñez se hiciera cargo de la dirección del partido sólo en la ciudad de Barcelona, sin tener ninguna relación orgánica con el responsable de comarcas[7] que se entendería directamente con la dirección en Francia. A la vez, ésta enviaría enlaces para contactar con los grupos organizados en el interior para orientarlos y recoger información de lo que estaba sucediendo, creando zonas estancas[8]. Así Núñez iba frecuentemente a Francia para informar a Santiago Carrillo pero también lo hacían Víctor Figuerola ‘Napoleó’ –el responsable de comarcas- o Antoni Senserrich, su colaborador en la dirección del comité local de Barcelona[9]. De hecho, hasta las huelgas de 1956 la célula del PSUC en la empresa ENASA, tuvo el contacto con el partido a través de Senserrich que enlazaba directamente con Francia. Por el mismo conducto les llegaban las consignas, la propaganda TREBALL y MUNDO OBRERO[10].

            Además de no crear una nueva Delegación del Comité Central, Núñez tampoco mantuvo la antigua estructura del partido en la ciudad ni las relaciones orgánicas, sino que estableció una dinámica de relaciones diferente, más cercana a un movimiento que a un partido político. Según su propio testimonio, esto fue a causa del nuevo ambiente que se respiraba entre las clases trabajadoras muy distinto al de la década anterior porque en las empresas empezaban a aparecer un movimiento de obreros que efectuaban reclamaciones laborales[11]. Con la colaboración de Senserrich, Núñez empezó a contactar con los restos de la anterior organización y con los obreros que se destacaban en las protestas laborales de las empresas. Los contactos se conseguían por comunicaciones que algunos de estos militantes del interior enviaban a las direcciones del partido en Barcelona o París en las cuales informaban de lo que estaban haciendo en sus empresas, quienes eran y solicitaban contactar con el partido. Por iniciativa propia, estos trabajadores habían establecido relaciones con otros obreros de otras empresas del mismo ramo y convocaban reuniones entre ellos. Cuando estas relaciones se consolidaban, se las incorporaba a la estructura orgánica como comités de ramo creando así toda una red de relaciones[12].

            Los cuadros dirigentes e intermedios del PSUC se convirtieron en los años cincuenta en un pequeño núcleo directivo que sólo coordinaba y alentaba las acciones de los trabajadores sin imponer una estructura orgánica ni exigir acciones reivindicativas si no que, asumía y adaptaba las estructuras relacionales que los propios obreros establecían y recogía los resultados de las protestas laborales. La organización crecía de abajo a arriba y la dirección del Barcelona lo que hacía era articularla y darle todo el apoyo que podía. Esta fue la característica principal de la estructura orgánica de los años cincuenta: relaciones prácticamente directas entre la dirección y los grupos de base y la incorporación al partido de cualquier persona que se distinguiera por una actitud combativa contra la dictadura.

            Otra de las características de la organización del PSUC en estos años, es que ya no se buscaba tener grandes masas de militantes si no que lo que se pretendía era crear células formadas por activistas capaces de arrastrar en la lucha a todos los obreros de la empresa. La organización efectiva debía estar en las grandes empresas sobre todo del metal y el textil porque se podía movilizar a muchos trabajadores muy rápidamente, obteniendo así mayores réditos en su voluntad de mostrar la existencia de una oposición al franquismo. Los militantes del partido que trabajaban en empresas pequeñas eran utilizados como enlaces entre la dirección, los comités de ramo y las células de empresa.

2.2.1   La organización del partido en las comarcas

            A pesar de haberse salvado de la caída del mes de junio, la organización del PSUC en comarcas no se recuperó de la tendencia negativa que arrastraba desde finales de la década anterior, que la empujaba a la cesación de la actividad política de oposición a la dictadura para llevar a cabo más una resistencia de tipo cultural[13]. Según el informe que para la dirección de Francia realizó en 1954 un enlace, en Lleida dirigían la organización del partido en el año 1954 Ángel Larrauri y José Figueras. Larrauri era vasco, antiguo militante comunista y combatiente republicano que había estado destinado a esta provincia a principios de los años cuarenta. Después de salir de la cárcel en la que ingresó a causa de las detenciones que tuvieron lugar en 1945, se quedó a vivir de forma legal en la ciudad, consiguiendo un trabajo. Estaba casado con una hermana de Pere Ardiaca y tenía dos hijos. José Figueras también hacía una vida legal y estaba casado. Era igualmente un antiguo militante del PCE y combatiente republicano, que en 1942 fue enviado por Jesús Carreras desde Madrid a Barcelona para recuperar el contacto con la organización del PSUC después de la caída de la Delegación de Assa, Pardinilla y Donaire en agosto de 1941. A inicios de los años cincuenta estaba en la dirección del 4º sector del PSUC en la ciudad de Barcelona, de donde fue trasladado por sus continuos enfrentamientos con la dirección del comité local de Barcelona.

            Vista la vida que llevaban ambos, el redactor del informe llegó a la conclusión que en Lleida no existía organización porque no se mantenía ningún tipo de relaciones orgánicas ni actividad política, fundamentalmente por la vida legal que llevaban los dos responsables a los cuales exhortó a que dinamizarán el partido y restablecieran las relaciones orgánicas con los militantes de los pueblos de la provincia[14]

            Un informe de las mismas características del año siguiente (1955), decía que en la ciudad de Lleida estaban organizados ocho grupos del partido en el sector bancario, uno en el sector de la construcción, dos en luz y fuerza, y una célula en la empresa Construcciones Roquefort del sector del metal. Además, existía organización y se mantenía el contacto con tres poblaciones que se consideraban importantes: Pont de Suert, Viella y La Granja d’Escarp, donde había minas. El autor del informa afirma que el comité de dirección del partido seguía estando integrado por Larrauri y Figueras, a pesar de las condiciones personales de ambos[15]

            En la provincia de Tarragona se conoce la presencia de organización del partido en la capital a partir de 1954, con un total de cincuenta militantes que se orientaban por la REI porque no recibían ninguna documentación desde Barcelona. La actividad que realizaban era muy reducida y como hecho más relevante consiguieron publicar veinticinco ejemplares mensuales de un boletín llamado ALERTA. Recibían MUNDO OBRERO que les llegaba directamente desde Francia oculto en maletas[16] El informe anónimo del año 1954 incluía información sobre la provincia de Tarragona, confirmando la organización del partido en la capital y añadiendo la presencia de grupos organizados del partido en las poblaciones de Amposta, La Cava, Tortosa, Santa Bárbara, Sant Carles de la Ràpita y Reus[17].

            Para la provincia de Girona, un informe interno del partido indica que a inicios de la década, desde Barcelona se enviaba prensa a Santa Eugènia de Ter, Sarriá de Ter y Salt y se estaban estableciendo contactos con Palamós y Puigcerdà[18]. En la segunda mitad de la década el desarrollo industrial de la provincia facilitó la consolidación de la organización y la aparición de células de empresa que empezaron a organizar protesta laborales como pasó en las empresas Grober y Torres Hostench.

2.2.2   La organización del partido en la ciudad de Barcelona

            Antoni Senserrich Llavina fue el encargado de recuperar las relaciones orgánicas con los grupos de la ciudad y su cinturón industrial Uno de los primeros contactos que estableció fue con Manuel Martínez Arcos, un obrero de Terrassa de 23 años, que había iniciado su relación con el PSUC a través de un tal Antonio Tortosa con la finalidad de organizar una célula en la ciudad, para lo que contactó con Cipriano García, Indalecio González, Antoni Casas Cazorla, Ramón Vila Canadell, Juan Martínez Martínez, Matías García Cobián y Salvador Guerrero Vega. Tortosa designó a Martínez Arcos responsable del comité local de Terrassa, entregándole una multicopista para editar propaganda y ejemplares de TREBALL y MUNDO OBRERO para que los repartiera. El contacto con, Senserrich se produjo en 1954 y a finales del mismo año, ya pudieron organizar una primera protesta colectiva lanzando octavillas contra la concesión de una paga extraordinaria que cada año ofrecían los empresarios de la ciudad. Su acción más conocida fue la manifestación de los ciclistas de enero del año 1956. En el mes de marzo de ese mismo año, Martínez Arcos se fue a trabajar a Barcelona, dejando como responsable del comité local a Cipriano García[19].

            Durante los años 1955 y 1956 por una parte se formaron células del PSUC en las empresas más importantes de la ciudad de Barcelona, actitud alentada por el efecto que causó la aprobación de las consignas de salario mínimo vital, jornada de ocho horas y ‘a igual trabajo, igual salario’ por la Organización Sindical Española (OSE) en el tercer congreso que organizó en junio del año 1955[20] y por otro, el regreso a España para los exiliados fue haciéndose más fácil lo que posibilitó el retorno de militantes del partido a los que la dirección en Francia encargaba diferentes misiones, orientadas a la dinamización del movimiento obrero. El primer caso es el de la empresa del metal ENASA (Hispano Suiza), donde durante la segunda mitad de 1955 se organizaron dos células de forma paralela, una en la nave “nueva”dirigida por Antonio Mullor Márquez con Josep Ballaró Tarragona, Francesc Escribà Foix, Josep Cotillas Tomàs, Pedro Lara González y otro trabajador apellidado Muñoz y otra en la sección de carrocerías dirigida por Albert Badía Mur quien encontró el contacto con el partido a través de un compañero de trabajo apellidado Guerrero que les presentó un cuadro del PSUC llamado ‘Manel’, el cual le pidió que entrara en la célula que ya venía funcionando en la empresa sin decirle quien la formaba. Badia supuso quienes eran y empezó a relacionarse con Ballaró, pero sin incorporarse al grupo ni Ballaró decirle que formaban una célula del PSUC[21]. Probablemente este contacto no fuera tan informal como declaró Badia al juez instructor, si no que se trataba ya de una actuación conjunta de las dos células puesto que Vicenç Faus afirma que desde finales de 1954 él formó parte de la célula dirigida por Badía y que sabían de la existencia de otra célula en la empresa[22].

            José Bravo Almansa, trabajador de la empresa textil Vila SA del barrio del Poble Nou en Barcelona, contactó en febrero de 1955 con sus compañeros de trabajo Miguel Lloret Mata y José Bonet Nebot para formar la célula de empresa[23]. Se había iniciado también la organización de células en las empresas textiles La España Industrial -con Antonio Fernández González-, Can Batlló –con Felipe Cruz Martínez- y en la del metal La Maquinista Terrestre y Marítima.

            Finalmente entre los taxistas también existía una célula del partido dirigida por Sebastián Cervera Badies, un antiguo afiliado a la CNT, condenado a un batallón de trabajadores al final de la guerra, que fue liberado en 1940 y que desde 1946 trabajaba de taxista. El año 1956 hizo un viaje a Francia para visitar a un familiar exiliado y este lo puso en contacto con el PSUC. Una vez regresó a Barcelona, recibía periódicamente la visita de un miembro del partido venido desde Francia que le entregaba propaganda y ejemplares de TREBALL y MUNDO OBRERO. Cervera organizó la célula con sus compañeros de trabajo Carlos Manuel del Arco Laguna, Juan Torres Roig, Juan Marí Canalda, Miguel Vilagrán Rius y el barbero Jaime Colobrans Bosch que escondía la prensa y la propaganda en su barbería para después poder repartirla.

            De entre los antiguos militantes que regresaron del exilio hay que destacar –por su participación en los hechos posteriores- a Ángel Lopezosa, Frederic Olivé y Joan Keyer.

            Ángel Lopezosa Olivares, nacido en Cuenca en 1915, había sido afiliado de la UGT antes de 1936 y al iniciarse la guerra civil pasó al PCE de su localidad llegando a ser un importante dirigente y jefe de las milicias populares. Voluntario en el ejército popular, participó en las batallas de Brunete y Belchite con la 11ª Brigada Internacional. Al final de la guerra se encontraba en Alicante desde donde pudo coger un barco para exiliarse a Orán. El año 1945 volvió clandestinamente desde Marruecos en una lancha, formando parte de un grupo guerrillero siendo detenido en el momento de desembarcar en Cádiz. Fue condenado a quince años de prisión siendo puesto en libertad en el año 1952. Después de permanecer unos meses en su pueblo natal, Lopezosa emigró a Barcelona donde encontró trabajo en la empresa de básculas BISA. A principios de 1955 contactó con el PSUC a través de una persona llamada Manuel Moreno quien lo puso en contacto con Miguel Núñez y éste a su vez, lo relacionó con Antoni Senserrich y éste con Manuel Martínez Arcos[24].

            Frederic Olivé Mañas, nacido en Barcelona en 1918, se exilió en Francia al final de la guerra civil después de haber prestado sus servicios como soldado republicano en el aeródromo de Sabadell. Recluido en el campo de concentración de Argelers, ingresó en la Unión Nacional de Monzón y en el PSUC, participando en la invasión del Valle de Aran con la 404 Brigada, siendo detenido en un pueblo de Huesca y condenado a veinte años de prisión. Liberado en 1952, volvió a Barcelona, trabajando en el taller mecánico de su hermano. A principios de 1956 contactó con Senserrich quien lo incorporó al partido y lo relacionó con Antonio Arenas Arenas –de la empresa CARIM- i con Ramón Rius Muñiz –de Lámparas Z- para dinamizar la formación de células de empresa en el sector del metal y ser el responsable de enlazar con estas dos células de empresa[25]

            Joan Keyer Sabaté, nacido en Barcelona, había estado afiliado a la CNT antes de 1936 y durante la guerra perteneció a la 11ª división de Líster, participando en la batalla del Ebro en la que resultó herido. Exiliado en Francia, pasó por los campos de concentración de Argelers, Agde y Saint Cyprien. Fue capturado por los nazis cuando formaba parte de una compañía de trabajadores españoles, siendo deportado a Mathaussen primero y a Salambrech después. Con el final de la segunda guerra mundial regresó a Francia donde consiguió trabajo y se casó con Antonia Roca, residiendo en Saint Girons. Cuando estaba preparando su regreso a Barcelona de forma legal, recibió la visita del dirigente del PSUC Emilià Fábregas[26] que le pidió que trabajara clandestinamente para el partido en la ciudad condal, a lo que Keyer accedió. Regresó en abril del año 1954, entrando a trabajar en la empresa Domingo Contí S.A. pero durante un año y medio no tuvo ningún contacto con nadie del partido y sólo recibía correspondencia de Fàbregas desde Francia. En enero de 1956, consiguió contactar con el partido, que le encomendó la responsabilidad de organizar el sector textil y se convirtió en el tercer hombre de la dirección del comité local junto a Núñez y Senserrich[27]

            Así pues, el PSUC llegó al año 1956 con una organización muy recuperada y en expansión, aunque las estructuras de las células de las empresas eran muy débiles y la capacidad de organización de protestas laborales precaria[28]. Aún así, en abril de 1956, varias empresas del metal y del textil catalán fueron a la huelga siguiendo el ejemplo de los mineros asturianos, lo que tuvo como consecuencia las detenciones de los incipientes líderes obreros entre los cuales estaban los que formaban las células de ENASA y de La Maquinista Terrestre y Marítima lo que a su vez provocó la huida a Francia de Senserrich, que mantenía las relaciones orgánicas con las células de estas dos empresas. Para sustituirlo, Núñez incorporó a la dirección local a Martínez Arcos a quien responsabilizó de la propaganda y del contacto con la organización local de Terrassa[29]. Fue a partir de este momento que el PSUC consiguió la máxima expansión en la ciudad de Barcelona. Por una parte, se produjo un incremento de los militantes de las células de empresa: a la célula de la España Industrial se incorporaron Andrés Vera Guerra –como responsable a partir del verano de 1956- y Serafín García Guía, contando además con el anteriormente citado Antonio Fernández González. En la empresa Vila S.A., José Bravo era el responsable de la célula y contaba –además de los ya citados Lloret y Bonet- con Francisco Pastor Francés, Francisco Costa Ribas –responsable de propaganda-, Josep Saura Capell y Francisco Balaguer Blanxart, éste último director de la empresa que tenía contacto directo con Miguel Núñez quien les pasaba para repartir ejemplares de TREBALL y MUNDO OBRERO que venían de Francia. Tenían además una multicopista con la que editaban propaganda, opúsculos, octavillas, etc. La célula de Can Batlló creada por Felipe Cruz se había ampliado con Mariano Vives Esteve –que era su responsable-, Lucas Morales García, Ángel Sancho Espallargas, Carlos Pérez Pons, Telesforo Zabala Hortas y Atilano García Martín que era Vocal de Jurado de su empresa[30].

            Keyer consiguió formar un comité del textil con Atilano García, José Bravo y Andrés Vera. Keyer y García se ocupaban de la organización y Bravo y Vera de la propaganda. Tenían como punto de reunión el piso de Keyer y el de otros colaboradores como Andera Pereiro, Pura de la Aldea, Margarita y Raquel Bonet o Enriqueta Montoro. Keyer además era el enlace entre el comité de dirección del textil y la dirección política del partido[31].

            En el sector del metal, las detenciones a raíz de las huelgas de abril de 1956 frenaron el progreso de la organización. En ENASA, el relevo lo cogió Albert Badia Mur quien únicamente sufrió una detención administrativa de cuarenta días ya que fue considerado un simple huelguista sin ninguna militancia política demostrable[32], juntamente con Pedro Lara Moreno, Vicenç Faus Abad, Daniel Arnau Torres, Pompeu Galindo Nieves y de nuevo Antonio Mullor después que fue liberado en noviembre de 1956[33]. Por su parte, Martínez Arcos responsabilizó a Ángel Lopezosa de las relaciones con la célula de La Maquinista Terrestre y Marítima cuyo responsable era desde el mes de abril de 1956 Julián José Piñero –incorporado por Badia después de haberlo conocido en la cárcel- y estaba formada por José Botía Rodríguez, Angel Dolera Ibáñez y Francisco Vallejo Otón.

            No sólo se organizaron células de empresa, si no que la labor de captación fue eficiente y en cada una de las empresas en las que había organizada una célula existía también un numero indeterminado de afiliados que cotizaban al partido y recibían la prensa clandestina[34].

            Además durante el verano de 1956, el partido amplió su organización a los estudiantes universitarios formándose una célula del PSUC en la universidad de Barcelona con personas como Octavi Pellissa, Lluís Goytisolo o Jordi Solé Tura y otra entre los sectores intelectuales con el abogado Francesc Vicens, el ingeniero óptico Cristóbal Garrigosa o los escritores Víctor Mora y Juan José Mira. Además, existía otro grupo de gente que ofrecía su apoyo al partido imprimiendo la propaganda, repartiéndola, haciendo de enlace entre los diferentes grupos organizados y la dirección o poniendo a disposición del partido sus viviendas para celebrar reuniones clandestinas[35]

            A causa de una enfermedad, la dirección del partido en el exilio, decidió que Miguel Núñez abandonara Barcelona y fuera sustituido por Emilià Fàbregas[36]que llegó a la ciudad en noviembre de 1956. Núñez le puso en contacto con el resto de la dirección política del partido –Joan Keyer y Manuel Martínez Arcos- y con toda la organización de la ciudad, estableciendo relaciones directas con los miembros del comité del textil –Andrés Vera, Atilano García y José Bravo-, con Frederic Olivé .responsable de las empresas del metal y a quien Fàbregas incorporó a la dirección política- y con Francesc Vicens, Víctor Mora, Cristóbal Garrigosa y Francisco Balaguer.

            El mes de Enero del año 1957, la dirección del PSUC en Barcelona hizo repartir por toda la ciudad octavillas llamando a la participación ciudadana en el nuevo boicot a los tranvías que se había organizado para protestar contra la subida de las tarifas decretada por el gobierno. El 14 de Enero se produjo el boicot y seis días después, Fàbregas fue detenido cuando acudía una cita con Francesc Vicens, responsable del grupo de intelectuales. Durante el periodo que estuvo actuando clandestinamente, Fàbregas no guardó las medidas de seguridad pertinentes y durante el registro de su domicilio la policía encontró un plano de la ciudad con las direcciones de donde estaba la organización constituida y varios documentos con nombres y citas[37]. En total la policía detuvo a más de cincuenta personas entre ellas Keyer y el comité del textil –excepto Atilano García-, los miembros de las células relacionadas con este comité, todo el aparato de apoyo, miembros de los grupos de intelectuales y estudiantes y llegaron hasta Terrassa, donde detuvieron a todos los miembros del comité local[38].

            La policía desarticuló así a parte de la dirección política y a toda la organización del PSUC en el textil, además de descubrir la presencia en la ciudad de Frederic Olivé, Manuel Martínez Arcos y Miguel Núñez a quienes no pudo detener. Núñez estaba en Francia y Martínez Arcos escapó a ese país huyendo de las detenciones, dejando como responsable de la organización a Frederic Olivé que junto con Albert Badia y Antonio Arenas, mantuvieron la estructura organizativa clandestina del PSUC en la ciudad a partir de las células de empresa que se habían creado en el sector del metal y que no habían sido descubiertas por la policía porque funcionaban independientemente de los grupos del textil. Así, Badia pasó a formar parte de la dirección política del PSUC, haciendo de enlace entre Olivé y las células de empresa del sector del metal y siendo sustituido por Antonio Mullor como responsable de la célula de ENASA. El mes de agosto de 1957, Martínez Arcos regresó de Francia, incorporándose de nuevo a la dirección política como responsable de propaganda[39]. La reorganización del partido se basó en los dirigentes del núcleo de las empresas del metal –ENASA y La Maquinista Terrestre y Marítima-, con la intención de ampliar la organización en este sector, pero también ejerciendo de verdadero comité director conectando con las células de empresa del textil y otros sectores.

            El verano de 1957 además de las células existentes en ENASA, Maquinista Terrestre y Marítima y en el puerto, en el sector del metal el PSUC tenía organización en SEAT de la cual era responsable Miguel Fernández Fernández e integrada por Juan Carmona Baeza, Ramón Lozano López y Manuel Cobos Quirós, siendo el enlace con la dirección Rafael Lora Lora; y en la empresa Lámparas Z con una célula dirigida por José Marcuello Lobato y formada por Ivo Gales Gómez y José Marín Rodríguez. El enlace con la dirección lo tenía Josep Sugrañes Boix que trabajaba en Talleres Orma[40]. En octubre de 1957 Jaume Puig Garcés pasó a realizar las funciones de enlace entre Sugrañes y la dirección clandestina[41].

            De los otros ramos se establecieron relaciones orgánicas con la empresa Seda de Barcelona, cuya célula estaba dirigida por Emilio Jiménez Benavides y formada por Ángel Domènech López, Francisco Murillo Cabrera y Antonio Arenas Ramos; con la empresa Catalana de Gas y Electricidad con una célula formada por, José Quintero Cuadrado, Desiderio Corvillo Alfaro y José Aguado Galera y dirigida por Gracián Espinosa Salvador y con la empresa Papelera Española en la que había dos militantes llamados Fernando Cerdán Gaitán y Francisco Andreu Tudela[42]. En el ramo de la construcción y sin formar célula estaban Ángel Rozas Serrano –de la empresa Serra y Capel Hermanos-, José Carretero Gómez –de Subcontratas Tolosa-, Valentín Chueca Corzán –de ISASA-, Esteba Reina Padrós –de Cocciones Arcilla- y Bautista Adriá Pellissa –de la cooperativa de albañiles-[43]. Otros activitas del partido eran José Teixidó Vila –de la empresa Plásmica de Cornella de Llobregat-, Agustín Pedrola Font –recadero de la agencia Costa Brava- y Santiago Abad Casado –carpintero de la empresa Compte-. Mariano Varón Casas tenía en su casa la multicopista con la que se editaba la propaganda del partido[44].

            La campaña por la participación en las elecciones sindicales del mes de octubre de 1957 contribuyó enormemente a la extensión de los contactos entre los trabajadores de las empresas y en este periodo se formaron células del partido en las empresas del metal Can Girona y Hispano Williers i contactos con militantes o simpatizantes de FAEMA, Metaquímica, Transportes Ribas y Instituto Electroquímico[45].[1]

            A inicios del año 1958, Albert Badia fue detenido por haber facilitado la dirección de un domicilio en la Unión Soviética a Tomás Antón quien asistió a una festival de la juventud organizado en ese país, lo que provocó que él y Olivé fueran apartados momentáneamente del partido y que Antonio Mullor asumiera las funciones de responsable del comité del metal que se estaba formando con Jaime Puig, Ángel Lopezosa y Pedro González Pérez, un trabajador de ENASA que Mullor había incorporado a la célula de empresa y que en las elecciones sindicales de octubre de 1957 había sido escogido enlace[46].

            Miguel Núñez regresó a Barcelona el mes de febrero de 1958, esta vez como responsable del partido en toda Cataluña y reincorporó a Olivé que junto con él y Martínez Arcos formaron la nueva dirección política del PSUC en el interior. Según sus declaraciones durante el sumarísimo, aprovechando que los mineros asturianos se habían declarado en huelga, redactó unas octavillas en las que se convocaba a los trabajadores catalanes a una huelga de veinticuatro horas el día veinticinco de marzo y se las dio a los responsables del comité de Barcelona para que las imprimieran y las repartieran[47]. El día señalado, la huelga se inició en la empresa Hispano Olivetti por la acción de un simpatizante del partido con el que habían contactado pocos días antes y luego se extendió al resto de fábricas gracias a los militantes y simpatizantes del partido que habían sido elegidos enlaces sindicales los cuales, no sin dificultades, recorrieron los puestos de trabajo de su empresa haciendo parar las máquinas a sus compañeros[48]. El día 26 de marzo la policía detuvo a Pedro Lara, Albert Badia y a Vicenç Faus –de ENASA- por participar en la huelga. El día 29, la policía consiguió detener a Olivé cuando iba a entrevistarse con Miguel Núñez. Olivé no resistió los interrogatorios policiales y dio información a la policía sobre toda la organización del PSUC en Cataluña y en Francia. Además le encontraron una agenda con nombre y direcciones y ejemplares de TREBALL y MUNDO OBRERO en el taller donde trabajaba. El día 30 fueron detenidos Miguel Núñez, Antonio Mullor, Jaime Puig y Pedro González; el 31 Manuel Martínez Arcos y el 1 de abril Ángel Lopezosa[49]. La policía detuvo a sesenta y cuatro personas, desarticulando nuevamente la organización del PSUC en l ciudad de Barcelona, de la cual sólo quedó el núcleo de universitarios, el grupo de intelectuales y algunos militantes dispersos en las comarcas[50].

 

 

Antoni Lardín i Oliver

Doctor en Historia Contemporánea por la UAB


[1] “Caiguda d’abril del 1947. Informe de ‘Quimet’”; AHPCE y “Informe sobre la reorganització de la direcció del P. a l’interior després de les detencions d’abril del 1947”; AHPCE (anónimo)

[2] Tribunal Militar Tercero. Causa 159-IV-57 y Sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58

[3] Archivo Histórico de la CONC- Fundación Cipriano García; Biografies obreres. Història oral i militància sindical (1939-1978). Entrevista con Ángel Rozas Serrano.

[4] “Informe del Primer Sector. Jordi” (junio, 1951); AHPCE. El informe no cita los nombres de las fábricas en las que había organización del PSUC. El Primer Sector lo formaban los distritos 3º (Sarriá), 7º (Sans-Les Corts), el barrio de la Torrassa y la ciudad de L’Hospitalet de Llobregat.

[5] En un informe de un subsector sin identificar, el responsable cifraba el número de militantes en 77 i el de simpatizantes en 153, lo que podría corroborar las informaciones del responsable del Primer Sector.

[6] M. Núñez; La revolución y el deseo. Memorias; Barcelona, Península (2002); pp. 246-261. Estas son las fechas que se pueden deducir de su libro de memorias, a pesar de que no deja claro desde que año estuvo en Cataluña y tampoco lo pudimos aclarar en la entrevista que mantuvimos con él. Según los datos que constan en el expediente policial de Miguel Núñez incluido en la documentación para el juicio sumarísimo a que fue sometido en 1958, Núñez pasó por primera vez a España a principios de 1954.

[7] Entrevista con Miguel Núñez González (24 de enero de 2004) y Tribunal Militar Tercero. Causa 159-IV-57. Núñez nos dio a entender que como no tenía ningún cargo dentro del partido ni formaba parte de ningún órgano directivo, no podía dirigir la organización en toda Cataluña.

[8] Entrevista con Gregorio López Raimundo (6 de noviembre de 1997)

[9] Entrevista con Miguel Núñez González (24 de enero de 2004). Senserrich era un antiguo militante del PSUC de la comarca del Baix Llobregat que había sido regidor en el ayuntamiento de Cornellà de Llobregat y comisario político durante la guerra. Se exilió a Francia y volvió a Cataluña en setiembre del año 1944. Desde entonces trabajó en la comisión político-militar, el comité local de Barcelona, la secretaría de organización de la Delegación en el interior y la responsabilidad de las comarcas de Girona.

[10] Entrevista con Vicenç Faus (2 de septiembre de 1997). Trabajador de ENASA y miembro de la célula comunista de la empresa entre 1955 y 1958. Fue uno de los líderes obreros de su empresa.

[11] Entrevista con Miguel Núñez González (24 de enero de 2004).

[12] Entrevista con Miguel Núñez González (24 de enero de 2004). Según Núñez se formaron comités en los ramos del metal, el textil, el químico y en el Puerto. La policía sólo constató en este periodo la formación del comité del metal y el del textil

[13] Pedro A. Heras, Antonieta Jarne y Josep Clara en sus estudios sobre la oposición política al franquismo en las provincias de Tarragona, Lleida y Girona respectivamente, coinciden en señalar la práctica desaparición de la organización del PSUC en sus comarcas desde finales de la década de los cuarenta. [Véase Pedro A. Heras; La oposición en las comarcas de Tarragona (1939-1977); Tarragona, El Mèdol (1991); A. Jarne; L’oposició al franquisme a Lleida; Lleida, Pagès Editors (1998) y J. Clara; La primera oposició al franquisme. El grups clandestins a la demarcació de Girona (1939-1950); Girona, Cercle d’Estudis Històrics i Socials (2002)

[14] “Informe. 1954”; AHPCE (anónimo)

[15] “Informe. 1955”; AHPCE (anónimo). Antonieta Jarne nos manifestó que en sus investigaciones sobre el PSUC en Lleida consiguió entrevistar a José Figueras y que éste le dijo que se desvinculó totalmente de la organización desde finales de los años cuarenta y que nunca más quiso volver a saber nada.

[16] Pedro A. Heras, La oposición en las comarcas de Tarragona (1939-1977); Tarragona, El Mèdol (1991); pp. 24-25

[17] “Informe. 1954”; AHPCE (anónimo)

[18] “Carta del 29 de febrero del año 1950 escrita por ‘B’ y dirigida al amigo ‘S’”, incluida en un pliego de cuarenta y ocho páginas mecanografiadas que recoge documentación diversa titulado “Sobre el treball del partit (Informes dels responsables de sector i notes dels responsables del P. en organitzacions de fàbriques o altres militants)”; AHPCE.

[19] Tribunal Militar Tercero sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58. Declaración de Manuel Martínez Arcos

[20] Antes de 1955 las protestas laborales se reducían a cuestiones como, la seguridad e higiene, la ropa de trabajo, etc. y no existía organización. Las consignas aprobadas por la OSE brindaron a los obreros la oportunidad de reivindicar la aplicación de unas directrices de carácter oficial y para eso fue necesario organizarse.

[21] Tribunal Militar Tercero. Sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58. Declaración de Albert Badía Mur. Keyer utilizaba el nombre de ‘Manel’

[22] Entrevista con Vicenç Faus Abad (2 de septiembre de 1997). Faus nos dijo que él fue con la primera persona con la que contactó Badia para formar la célula en su sección y que desconocían la existencia de otra célula hasta que empezaron a ver prensa clandestina en la fábrica que ellos no habían introducido. Las dos células se conocieron cuando convocaron una reunión con la célula de la Maquinista Terrestre y Marítima a la que acudieron las dos células de ENASA cada una por su cuenta.

[23] Miguel Lloret Mata había estado afiliado a la UGT antes de la guerra civil y fue voluntario en carabineros. José Bonet Nebot combatió en el XIX cuerpo del ejército republicano alcanzado la graduación de sargento

[24] Tribunal Militar Tercero. Sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58.

[25] Tribunal Militar Tercero. Sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58. Declaración de Federico Olivé

[26] Emilià Fàbregas Acero, era uno de los dirigentes históricos de la época fundacional de PSUC –proveniente de la USC- que al final de la guerra civil se exilió en la URSS, dónde estudió en la academia militar Frunze, luchando contra los alemanes con el ejército soviético. Con el final de la segunda guerra mundial volvió a Francia donde fue el responsable de la sección del PSUC de los Pirineos Orientales antes que en abril de 1950 pasara a Cataluña para incorporarse a la Delegación del Comité Central dirigida por López Raimundo a quien sustituyó durante el periodo que estuvo en Francia entre 1950 i 1951, siendo Fàbregas el responsable del PSUC en el interior durante el boicot a los tranvías y la huelga general del mes de marzo de 1951.

[27] Tribunal Militar Tercero. Sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58. Declaración de Joan Keyer

[28] Entrevista con Vicenç Faus Abad (2 de setiembre de 1997) y declaraciones de Antonio Mullor Márquez en M. Ludevid; El movimiento obrero en Cataluña bajo el franquismo; Barcelona; Avance, (1977); p. 50

[29] Tribunal Militar Tercero sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58.

[30] Ángel Sancho Espallargas había sido condenado el año 1939 por su actuación durante la guerra civil. Telesforo Zabala Hortas era un antiguo afiliado a la UGT que había sido voluntario en la guerra civil, encuadrado en la divisón de Líder alcanzando el grado de sargento. [Tribunal Militar Tercero. Sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58.]

[31] Tribunal Militar Tercero. Causa 159-IV-57. Enriqueta Montoro ya había sido detenida el año 1940 implicada en la reorganización del partido que hizo Alejandro Matos.

[32] Tribunal Militar Tercero. Sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58. Este hecho está contrastado con un informe anónimo sobre la huelga del mes de abril de 1956 en ENASA, en la que su autor dice que hubo cinco detenidos pero que a uno de ellos no se le pudo demostrar ninguna vinculación con el partido por lo que fue puesto en libertad después de cuarenta días. No puede ser nadie más que Badia. El autor del informe probablemente sea Pedro Lara otro de los líderes obreros en ENASA que no fue detenido

[33] Según las declaraciones de Badia recogidas en el sumarísimo 33.678, Olivé le responsabilizó el mes de agosto de 1956 de rehacer la célula de la empresa para lo cual contactó con Lara y los demás. Esto coincidiría con las declaraciones de Pedro Lara en el que dijo que hasta dos o tres meses después de la detención de Mullor no contactó con Badia. Sin embargo, el informe sobre la huelga de abril de 1956 en ENASA deja claro que Badia formaba parte del comité de fábrica y que las dos células iniciales actuaban integradas, dando a entender que Badia se hizo cargo de la organización así que fue puesto en libertad.

[34] Los documentos internos del PSUC sólo se refieren a la recogida de cotizaciones sin contabilizar cuántos afiliados existían. En algunas empresas se recaudaban 70 u 80 pesetas.

[35] Según las declaraciones de Octavi Pallissa recogidas en el expediente del sumarísimo del año 1957, la primera vez que contactó con Núñez fue en agosto de 1956. La lista de las personas procesadas por haberles encontrado propaganda o por haber permitido una reunión clandestina en su piso es interminable. Citaremos sólo a Ivo Gales, Josep Sugranyes, José Gómez Zapatero, José Rebenaque o Desiderio Bibiano Lozano Olivares. La mayoría de ellos tenía antecedentes policiales, habían estado detenidos antes o habían combatido en la guerra y incluso algunos como Sugranyes habían regresado hacía poco del exilio.

[36] M. Núñez; La revolución y el deseo. Memorias; Barcelona, Península (2002); p. 205

[37] Tribunal Militar Tercero. Causa 159-IV-57 y entrevista con Miguel Núñez González (24 de enero de 2004). Núñez nos dijo que la causa de que las detenciones fueran tan amplias fue también debido al comportamiento incorrecto de Fàbregas durante la detención ya que delató al resto de compañeros de la organización al no resistir la violencia policial. Además, considera que el trabajo clandestino desarrollado por Fàbregas fue erróneo porque estaba basado en la antigua táctica conspirativa y muy influido por las instrucciones que tenía de Francia que diferían de la realidad del interior.

[38] Tribunal Militar Tercero. Causa 159-IV-57. Los detenidos y juzgados en consejo de guerra fueron: de la dirección política del partido, Emilià Fàbregas Acera y Joan Keyer Sabaté; de las células de empresa y del comité del textil, Andrés Vera Guerra, Ángel Sancho Espallargas, Miguel Lloret Mata, Carlos Pérez Pons, Lucas Morales García, José Bravo Almansa, Francisco Balaguer Blanxart, Felipe Cruz Martínez, Serafín García Guía, Mariano Vives Esteve, Francisco Pastor Francés, Francisco Costa Ribas y Telesforo Zabala Hortas; del comité local de Terrassa, Ramón Vila Canadell, Juan Martínez Martínez, Matías Garriga Cobián, Indalecio González Beltrán, Cipriano García Sánchez, Salvador Guerrero Vega, Antonio Casas Cazorla y Antoni Martínez Arcos; de los grupos de estudiantes e intelectuales, Francesc Vicens Giralt, Josep M. Triadú Llorens, Octavi Pellissa Safont, Juan José Morales Sánchez, Víctor Mora Pujadas y Armonía Rodríguez Lázaro y de los grupos de apoyo, Desiderio Bibiano Lozano Olivares, Martín Benedicto Suils, Rafael Rodríguez Sánchez, Andrea Pereira Alonso, María Gracia Montoya Odri, Enriqueta Montoso Bravo,María Purificación de la Aldea, Lucía Cánovas Campos, Margarita Bonet Alabau, Raquel Bonet Alabau, Antònia Roca Llorca, Moisés Hueso Mateu, José Gómez Zapatero, José Rebenaque Mayordomo, Ivo Gales Gómez y Josep Sugrañes Boix.

[39] Tribunal Militar Tercero. Sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58.

[40] Ivo Gales y Josep Sugrañes habían sido detenidos el mes de Enero anterior

[41] Jaime Puig Garcés había participado en la guerra civil al final de la cual se exilio a Francia, ingresando en el campo de concentración de Argelers hasta el año 1942. Perteneció al servicio de información del PCE en Francia y participó en la invasión del Valle de Arán como comisario político de la 99 división de guerrilleros españoles y en la liberación de Toulose al año 1944. En 1956 entró legalmente a España, trabajando en la empresa TASA [Tribunal Militar Tercero. Sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58 y “Carta de Tarragó (2 de noviembre de 1957)”; AHPCE]

[42] Tribunal Militar Tercero sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58

[43] El hecho de no formar una célula organizada lo señala también Frederic Olivé en una carta fechada el mes de noviembre de 1957 dirigida a la dirección en Francia en la que comenta que habló con Rozas de la posibilidad de “(...) llevar a cabo una organización efectiva de todos aquellos camaradas con los cuales tiene contacto (...)”.[“Carta de Tarragó (2 de noviembre de 1957”); AHPCE]

[44] Tribunal Militar Tercero. Sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58

[45] Tribunal Militar Tercero. Sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58, “Cuadro de enlaces (10 de noviembre de 1957)”; AHPCE y entrevista con Vicenç Faus Abad (2 de setiembre de 1997). Faus nos dijo que para fomentar la participación en las elecciones sindicales de 1957 se formaban grupos de trabajadores que iban a otras empresas a informar a los trabajadores y conseguir candidatos. La célula de la Hispano Williers estaba formada por Antonio Merche Porquet como responsable y Miguel Ayuda Gea. A pesar que Martínez Arcos asignó a Lopezosa las relaciones con la Hispano Williers, la célula no se formó hasta el último trimestre del año 1957 pues en una carta-informe  redactada para la dirección en Francia sobre las elecciones sindicales, Olivé indica que “(…) Estamos en vías de ir a la organización del P. en la importante empresa HISPANO WILLIERS. Uno de los futuros camaradas ha sido escogido enlace conjuntamente con otros dos simpatizantes, todos ellos asiduos a las reuniones del CENTRO DE ESTUDIOS (…)”. En este mismo documento Olivé (‘Tarragó’) cita como empresas con organización a Catalana de Gas y Electricidad, Maquinista Terrestre y Marítima, ENASA y Lámparas Z y a los miembros del partido Manuel Martínez Arcos, Ángel Rozas, Valentín Barrueco, Jaime Puig e Ivo Gales, atribuyéndoles las mismas funciones y relaciones orgánicas que se recogen en las declaraciones del  y en los informes policiales.

[46] Entrevista con Vicenç Faus Abad (2 de setiembre de 1997). Antón regreso a España con libros publicados en la URSS y se carteaba con una chica que conoció allí. La policía le siguió la pista y lo detuvo y después a Badia, aunque la detención de este fue sólo por unos días.

[47] Tribunal Militar Tercero sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58. Martínez Arcos las imprimió y Olivé las dio a los enlaces de las células con los cuales se relacionaba.

[48] La huelga no se produjo al unísono ni siquiera en el interior de una misma fábrica, donde las diferencias entre las secciones de trabajo fueron ostensibles, con grandes dificultades para consolidar la acción.

[49] Tribunal Militar Tercero. Sumarísimo 33.678. Causa 144-IV-58

[50] J. Solé Tura, Una historia optimista; Barcelona, Edicions 62, (1999); pp. 100-101