HISPANIA NOVA

Revista de Historia Contemporánea

Fundada por Ángel Martínez de Velasco Farinós

ISSN: 1138-7319    DEPÓSITO LEGAL: M-9472-1998

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          Esta sección, coordinada por Mariano ESTEBAN, está dedicada a reseñar brevemente en cada uno de sus números anuales algunas de las novedades bibliográficas más relevantes aparecidas durante el año en curso y el anterior. Aunque la selección de las obras corre a cargo del Consejo de Redacción de la revista, la sección se encuentra abierta a las sugerencias y aportaciones de los lectores.

Isidro Sepúlveda y Blanca Buldaín (eds.), La Iglesia española en la crisis del Antiguo Régimen. Homenaje al Profesor Ángel Martínez de Velasco, Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia, 2003. Por Julio Aróstegui (Universidad Complutense, Madrid)

Poco más de un año después de la inopinada y sentida muerte del Profesor Ángel Martínez de Velasco (Profesor Titular de  Historia Contemporánea en la UNED), veía la luz este volumen de ensayos en su honor, coordinado por Isidro Sepúlveda y Blanco Buldaín, como una muestra más del sentimiento compartido y de la estela dejada por nuestro colega y amigo Ángel, tras una muerte que nadie esperábamos. El homenaje científico póstumo es una de las muestras más convincentes que en nuestro mundo profesional pueden darse de respeto y recuerdo. Por lo demás, al ser Ángel Martínez de Velasco fundador y alma hasta su muerte de esta revista electrónica, Hispania Nova, ni que decir tiene que nos sentimos más concernidos por esta publicación. 

 

En cuanto al propio volumen, su recensión ha de empezar destacando una cualidad que le hace especialmente valioso como es la participación en él de quines fueron, maestros, colegas y, por fin, aunque no es, por supuesto, menos importante, quienes fueron sus discípulos. Obviamente, no están todos los que son, y que deberían haber estado de haber actuado los editores con alguna menor unilateralidad, pero cabe decir también que son todos los que están. Una de las peculiaridades del homenaje científico ha sido la de restringir su contenido a aquella materia historiográfica que fue la dedicación fundamental de Martínez de Velasco, la época histórica de la crisis del Antiguo Régimen en España y, en especial, del papel jugado en ella por la Iglesia española. Esta restricción privaba de la posibilidad de ampliar las contribuciones, pero debemos decir que, científicamente, ello ayuda bastante a la coherencia temática del texto al adentrase en un tema único cuya importancia, y la importancia de su cultivo hoy, no son discutibles.

 

El texto se dispone, pues, en tres partes: La crisis del Antiguo Régimen, Las relaciones Iglesia-Estado y El tránsito del Antiguo Régimen en las Iglesias Locales. De hecho, en líneas generales, cada una de esas partes ha estado encomendada a un determinado grupo de colaboradores. Cuatro veteranos historiadores, ligados a Ángel Martínez de Velasco por su magisterio, Federico Suárez, José Luis Comellas, Josep Fontana Y Miguel Artola abren el volumen. Los tres primeros escriben sobre aspectos de la crisis del Antiguo Régimen en sentido amplio, pues la temática que abordan abarca hasta la revolución de 1829 (sobre la que escribe Fontana). El diverso talante y formación de estos historiadores se muestra en la tendencia de Suárez (primer maestro de Angel Martínez de Velasco en la Universidad de Navarra) y de Comellas a repasar, según viejos y conocidos enfoques, propios de su magisterio, aspectos del Antiguo Régimen y su final en España. Creemos que no procedería aquí una crítica en regla de tales planteamientos, porque la ocasión no es de polémica sino de agradecimiento, pero el hecho es que, ambos, repiten conocidas tesis, en un excelente tono ensayístico, justo es decirlo. La contribución de Fontana sobre la revolución de 1820 en el contexto internacional tiene, como puede verse ya desde el título, contenido y enfoque distintos. Los tres textos, en cualquier caso, son notables y siempre se aprende de ellos.

 

La parte central del libro es la que trata de las relaciones Iglesia-Estado. Cosa que fue, junto a la vida interna de la Iglesia en la transición del viejo al nuevo régimen, la que más cultivó el homenajeado, está tratada por un elenco brillante de historiadores entre los que, sin preterir a nadie, por supuesto, debemos destacar al ya citado Miguel Artola junto a Gérard Dufour, José A, Ferrer Benimelli, Emilio La Parra, Maximiliano Barrio, entre otros más, todos ellos colegas y amigos. Las contribuciones se abren con un texto, de la generalidad, brillantez y elevación de todos los suyos de Miguel Artola sobre “Iglesia y Estado”. Le siguen tratamientos de diversos temas, que van desde las consideraciones sobre la relación Iglesia-Estado, hasta las rentas eclesiásticas en el periodo, las visiones comparadas con Italia (Carlos M. Rodríguez Brea) y el papel de la masonería (Ferrer Benimelli).

 

La parte que resulta más entrañable es, sin duda, la tercera, donde un plantel de discípulos de Ángel Martínez de Velasco desarrollan temas específicos de los trabajos de investigación llevados a cabo por ellos mismos en sus tesis y tesinas que dirigió aquel. Tampoco en este apartado figuran, tal vez, todos los que debieran, pero es cosa que ya hemos comentado. La participación de los discípulos no sólo es muestra de la existencia de un indudable y brillante magisterio, sino que nos propone también un buen ejemplo de trabajos de historias locales o territoriales, perfectamente tematizadas, que habiendo sido desarrolladas en equipo, con un buen director, adquieren toda la relevancia que es capaz de aportar el elenco de las historias particularizadas y se relación con la historia global. Sus temas se refieren a diversos puntos de España y a diversas temáticas (rentas, reformas diocesanas, divisiones ideológicas). En conjunto un estimulante panorama de los jóvenes estudios sobre la temática en cuestión, que Hispania Nova se congratula de haber difundido igualmente en sus entregas virtuales.

 

Nos cabe señalar, para concluir, el excelente nivel, como no podía ser de otra manera, de este homenaje, la calidad personal y científica de cuantos en él se han implicado y, si es preciso lamentar algo, lamentemos que, una vez más, la distribución en librerías del libro por parte de una editorial no comercial, como es la propia UNED, no puede ser calificada sino de muy deficiente, lo que no representa ninguna novedad tampoco en este tipo de publicaciones.

 

El fundador de esta revista, Ángel Martínez de Velasco, era acreedor con mucho de este homenaje científico. Esperemos que no sea el último y que Hispania Nova  desempeñe en ello de nuevo el papel protagonista que ya tuvo  en 2003 al dedicarle a quien fue su promotor el Dossier científico  de ese año.